(extraido de 'LA RAZÓN')
Se adhieren a la campaña de LA RAZÓN para que todos los municipios homenajeen a los asesinados Positiva y necesaria. Las asociaciones aplauden la iniciativa, aunque dudan de los consistorios nacionalistas.
El fiscal Luis Portero, asesinado por ETA en 2000, da nombre a una calle en Málaga - Efe
F. Cancio / S. JarandillaMADRID- Día a día, van surgiendo más apoyos para que los municipios españoles se conciencien y dediquen alguna de sus calles a las víctimas del terrorismo y, de esta manera, que perdure el recuerdo de aquellos que fueron brutalmente asesinados. Si en un primer momento se sumaron siete asociaciones cívicas, ahora son ya una veintena las que han mostrado su apoyo a la iniciativa de LA RAZÓN, después de que el PP anunciara que presentaría mociones en todos los Ayuntamientos para que se debatan en el Pleno y pueda rendirse homenaje a los inocentes asesinados. Ya sea con una placa con la denominación genérica de «Víctimas del Terrorismo» o con el nombre de algún fallecido. «Es de vergüenza ajena que haya muchas víctimas que no tengan ni una sola calle. Parece mentira que haya tenido que ser un medio de comunicación el que ponga en marcha esta iniciativa, pero era necesario que alguien lo hiciera y que nosotros lo apoyáramos porque los políticos no lo piden». Quien habla es Isabel Calero, presidenta de Ciudadanos para la Libertad, quien considera, además, que en los ayuntamientos con mayoría del PP saldrá adelante, pero en los del PSOE, hoy por hoy, no confío en absoluto, salvo honrosas excepciones». Por ello, y ante la falta de consenso que muchos ven, «lo más importante es la unidad, que es la única forma de dar a las víctimas lo que se merecen: memoria, dignidad y justicia», asegura Maribel Vals, portavoz de Vecinos de Paz. Vals afirma que «no basta con condenar, hay que ir más allá. Las palabras no valen, necesitamos hechos reales». Y cómo no, las calles bautizadas con los nombres de los verdugos también saltan a la pizarra de las quejas. «Es increíble que tengamos que aguantar calles con nombres de etarras y cuando hablas de poner el nombre de un víctima parece que eres el malo», comenta Yolanda Morín, presidenta de España y Libertad. «Esperamos una gran acogida, aunque, en el País Vasco no será fácil porque lo que pasa aquí es vergonzoso. Desgraciadamente, el tema de las víctimas cada vez se silencia más», concluye. Colaboración activa Para Jaime Larrínaga, presidente del Foro El Salvador, -que apoyó y felicitó a este periódico por la campaña- «la justicia no son sólo unos años de cárcel, es restaurar el mal social a la víctima y su familia». Por ello, aboga por «no permanecer neutrales y colaborar, porque no es una cuestión sólo de políticos sino de toda persona sana». Otros, como Alejo Vidal-Quadras, presidente de la Fundación Concordia, creen que con esta iniciativa «se podrá ver dónde está todo el mundo, todos quedarán retratados». Tras calificar la petición a los Ayuntamientos de «magnífica», destacó la importancia de que se produzcan «muestras públicas para honrar a las víctimas». Por su parte, Carmen Ladrón de Guevara, portavoz de Juventudes Unificadas del Foro Ermua, considera que «acciones así son necesarias para mantener la memoria de los asesinados por ETA. Y, sobre todo, destacó lo importante de que los jóvenes de hoy en día y las generaciones futuras «recuerden a los inocentes asesinados». Como Alejandro Campoy quien, en nombre de HazteOir.org y Rosas Blancas por la Dignidad, señaló que servirá para «contrarrestar las calles de los etarras». «Es una cuestión de Justicia, por lo que apoyaremos activamente la iniciativa», destacó. «Nunca es tarde», confía el presidente de la plataforma Unidad y Libertad, Ricardo Garrudo, quien destacó que «se trata es de hacer justicia y honrar a esos héroes, y se mostró optimista en «superar actitudes desiguales». De la misma opinión es Nicolás Redondo Terreros, presidente de la Fundación para la Libertad, que considera que lo importante es «el consenso» y «evitar partidismos». Incidió en que «hay que hacer un esfuerzo en el País Vasco». Y con la unidad y sensibilización que piden las asociaciones, ahora es el turno de los Ayuntamientos.