martes, 14 de agosto de 2012

CARTA CARTA DEL PNV DE 1903

Hoy que continuamente estamos asistiendo al cuestionamiento del Estado Autonómico es de interés leer esta carta escrita en la primera década del siglo XX (1903), para percibir el interés real del Nacionalismo vasco:

"… No es, pues, el camino actual el que nos ha de conducir al triunfo. Nuestra pequeñez seria siempre ante el grandor de nuestro enemigo, si las cosas siguen como hasta ahora. Y ahí está el quid de la cuestión; en esa desproporción entre ellos y nosotros. Y la solución solo está en que desaparezca esa desproporción. ¿Cómo? Dándole un plan político a España que lo divida en trozos mil haciéndole perder la cohesión que entre sus regiones existe. Y para ello se vale D. Sabino de un Programa titulado, al menos por ahora, vasco-españolista. Ese programa tendrá la virtud de disminuir las fuerzas del enemigo y de aumentar las nacionalistas (…) ¿Qué cómo? Pues deseando que el regionalismo prospere en nuestro País y cunda por España, estableciéndose pleitos y contiendas entre las diversas regiones o aislándose unas de otras de modo tal que no les importe la totalidad de España. ¿Y quiénes son los más interesados en que así suceda sino nosotros mismos? Por consiguiente, a la manera que hasta aquí hemos propagado el Nacionalismo vasco sin conseguir la suficiente unión, propaguemos ahora el regionalismo vasco-españolista para que sea engendrador de diez, veinte o mas regionalismos españoles y para que forme entre nosotros la deseada unión vasca que, fácilmente, por miras egoístas, habría de ser convertida en separatismo vasco (…)Empecemos nosotros a ser regionalistas, y al ver nuestro hermoso Programa (…) ha de cundir, también entre ellos, el mismo espíritu, y se nos ofrecerán coyunturas para ir intensificando mas y mas nuestro regionalismo hasta llegar a renegar de toda unión con las demás regiones españolas: y el poder que hoy nos opone y que hace imposible nuestra independencia, se vendría por los suelos (…)No son los españoles capaces de concebir un plan como lo será el vasco-españolista; demostrémosles, pues , y, además, incitémosles a que lo pongan en práctica: es decir; hagámonos españolistas para poder dejar de serlo algún día(…) Si conseguimos ese regionalismo español, no será menester que inculquemos doctrinas nacionalistas a los vascos; ellos de por si, por egoísmo y no por razones de raza y de historia, habrían de pretender el separatismo: ¿y que es, al fin, el Separatismo, en su último término, más que la independencia justa y lógica de este País, o sea el Nacionalismo? En sus fundamentos son diametralmente opuestos, pero en su finalidad (independencia) la misma cosa. ¡Muera, pues, el Nacionalismo, porque de su muerte surgirá el Separatismo y, por consiguiente, el Nacionalismo!"