Caballero sin igual
de aquellos tiempos lejanos,
caballero que en las manos,
llevas la cruz y el puñal,
¿No te acuerdas del portal
Donde nació el Niño-Dios
El divino Redentor
Que al mundo trajo la paz?
“Si pero contra el gran mal
No basta la devoción”.
Así se oyó la respuesta
que el Templario nos dejó,
la respuesta que brilló
como una firme apuesta,
pues si hicieras una encuesta
en los tiempos medievales
ganarían a raudales
los dispuestos a arriesgar,
a morir o a matar,
por sus grandes ideales.