miércoles, 16 de octubre de 2013

La saga de "Mad" Mike Hoare (I)



Siempre he sentido admiración por los aventureros, ya sean o no "uno de noi", se llamen Ramón Franco, Otto Skorzeny o como el que toca homenajear desde este blog , Thomas Michael Hoare, desde mi opinión personal, toda aquella persona capaz de despreciar la comodidad del hogar y la vida fácil, sea por el motivo que sea, es un ejemplo contra el mundo moderno y es uno de los nuestros.

Mike Hoare tenia todas las papeletas en la vida para haber sido un acomodado dublinés, contable diplomado y censor jurado de cuentas, nada hacía preveer  que su vida no estaba en un despacho, si no en el campo de batalla.

En la segunda guerra mundial, se alistó en el ejercito británico siendo destinado  en Birmania donde aprendió las tácticas de guerrilla de los comandos, en un articulo de "el mundo" de 1981 se menciona un comentario de uno de los mercenarios de Hoare sobre sus capacidades en el arte de golpear y desaperecer:

"Si hay algo que Hoare no sepa en la lucha de comandos es porque ese algo no se ha inventado todavía"

Finalizada la guerra,  Mike se instaló en Sudáfrica,en la ciudad de Durban, donde contrajo matrimonio y donde creo un negocio de venta de chatarra, vida que no correspondía a un hombre de su calibre, después de seis años de vida relajada, mike volvió al negocio.

Su primera acción como soldado de fortuna fue el convulso Congo de los años 60,  llamado por Moisés Tshombe, para hacerse cargo de las fuerzas militares de Katanga.Cuando Hoare llegó a Katanga, los rebeldes simla controlaban prácticamente todas las ciudades importantes de la provincia, desde Stanleyville hasta Albertville. Después de tantear el terreno, Hoare envió a su segundo, el comandante Alistair Wicks, a Sudáfrica a reclutar mercenarios. Mad Mike (como le apodó la radio de la república democatica alemana) esperaba recibir un primer contingente de 100. Sólo llegaron 38, de los que 16 desertaron tras las primeras escaramuzas. Hoare siguió adelante con sus planes, y con sólo 22 hombres tomó Albertville, la primera victoria militar para Katanga.

A partir de entonces todo fueron victorias hasta la completa dominación de la rebelión simla. En abril de 1965, Hoare y Wicks entregaron el mando de los mercenarios al comandante John Peters y regresaron a Sudáfrica.
Mike decidió retirarse del negocio para dedicarse a su familia, rechazando ofertas de trabajo por toda África e incluso Asia pero no sería su última aparición en el plano internacional.