AQUELLOS QUE COMO NOSOTROS SABEN VIVIR, SE ENCONTRARIAN A GUSTO INCLUSO EN EL INFIERNO
jueves, 31 de enero de 2013
miércoles, 30 de enero de 2013
martes, 29 de enero de 2013
Inconformismo por Bandera
Es imposible sentirse indiferente después de escuchar palabras de honor y velentía; de frases creadoras de una gesta como la que aconteció en el lugar donde hoy nos encontramos hace más de dos siglos. Testigos mudos a nuestro alrededor lo sentencian.
Y es que resulta, cuanto menos, sorprendente que esos anónimos asturianos a sabiendas de que su osadía los conduciría a una muerte segura, no pensaron ni un sólo momento en dejar su tierra a merced del invasor pues la palabra miedo no existió en la lengua española durante mucho tiempo. Fuimos vencidos, sí, pero nunca humillados.
Está claro que vivimos una época en la que priman otros intereses y, suena extraño decirlo,valores. Y digo que suena extraño porque soy de esos que relaciona la palabra valor con la honestidad, el sacrificio o el sentimiento.... ¿ donde quedaron ahora?
Su sangre es la nuestra. Pocos somos conscientes del legado que hemos heredado y debemos preservar. Solamente por ello hemos de mantener la vista al frente y no mirar atrás salvo cuando se trate de tomar ejemplo y recordar lo que un día fuimos.
Sé que las palabras se las lleva el viento, que es demasiado fácil hablar y decir esto o lo otro, pero los hechos permanecen y condicionan lo que será el incierto destino de una tierra tan castigada como la nuestra.
Lo que deseo transmitir son palabras de esperanza en unos tiempos en los que los únicos portadores de ese espíritu somos los hombres y mujeres que hoy nos negamos a olvidar la historia que engendró nuestra raza.
Luchemos contra el abandono de nuestra gente, por su dignidad y memoria, por su obra, contra acomplejados y traidores a nuestra esencia; luchemos por nuestra tierra, por nuestra gente, por el pasado , el presente y el futuro.
Que la palabra miedo tampoco exista para nosotros.
Somos quienes escribiremos las nuevas páginas de la historia.
lunes, 28 de enero de 2013
Uno de Nosotros
De uno de nosotros no hay que pedir normalmente ni promesas ni juramentos: nuestra palabra debe bastar. Quien da una palabra empeña su honor, y el de todos nosotros, y de su cumplimiento se deriva el valor que damos realmente a lo que decimos ser.
Para que un militante incumpla su palabra -es decir, no haga lo que se ha comprometido a hacer- han de darse razones realmente insalvables, distintas de su comodidad, de su conveniencia o de la aceptación social de su militancia, por ejemplo.
El silencio es mejor que la palabra. Quien hace y calla actúa mejor que quien hace y pregona su quehacer. Uno de los nuestros "es" de determinada manera, o trata de modelar su vida de determinada manera. En su tarea se expresa, mejor que con palabras, qué es y qué piensa.
Para percibir si un grupo de militantes, una escuadra o un cuib, funciona, basta ver una cosa: si cada uno de sus miembros tiene confianza absoluta en la palabra de los demás, y particularmente de su jefe. Esta confianza, forjada en largos períodos de trabajo, de cumplimiento, de mutua entrega, de esfuerzos, riesgos y sinsabores compartidos, es el mejor patrimonio que un grupo puede tener como tal, y es la mejor aportación que un militante puede hacer a su grupo. Lo contrario conduce al abismo pues, aunque parezca exagerar, como tantas veces hemos oído (y tan pocas veces escuchado) "uno empieza viviendo como no piensa y termina pensando como vive".
Lo único que cuenta es que hoy nos encontramos en medio de un mundo en ruinas. Y la pregunta que debe plantearse es la siguiente: ¿existen aún Hombres en pie en medio de estas ruinas? ¿Y qué deben o pueden hacer aún?
La medida de lo que aún puede ser salvado depende ... de la existencia o no de Hombres que vivan no para predicar fórmulas, sino para ser ejemplos; no para ir al encuentro de la demagogia y del materialismo de las masas, sino para despertar diferentes formas de sensibilidad y de interés. A partir de lo que, pese a todo, sobrevive aún entre las ruinas, reconstruir lentamente un Hombre nuevo, animarlo gracias a un determinado espíritu y una adecuada visión de la vida, fortificarlo mediante la adhesión férrea a ciertos principios. Este es el verdadero problema.
Una reflexión final: haced piña. Convivid. Dad vuestro tiempo y vuestra fe a vuestra comunidad, y más en los tiempos duros que vendrán. Haced fuerte, próspera, jerárquica y ejemplar vuestra comunidad militante. No sabemos cuándo, pero en los tiempos del caos que se avecinan se presentarán oportunidades que hoy ni soñamos y que no nos deben coger ni desprevenidos ni divididos. Por pocos que seamos -poco importa-, sigamos entregados a esta pasión, una pasión por lo bueno, lo bello, lo justo y lo verdadero que antes o después inflamará el mundo si antes ha inflamado nuestras vidas.
Si no lo ha hecho, si queremos pasar directamente de la convicción racional (superficial) a la acción sin pasar por la fe viva y vivida (profunda), no tendremos absolutamente nada que aportar al mundo moderno.
Roldanus 2003
Para que un militante incumpla su palabra -es decir, no haga lo que se ha comprometido a hacer- han de darse razones realmente insalvables, distintas de su comodidad, de su conveniencia o de la aceptación social de su militancia, por ejemplo.
El silencio es mejor que la palabra. Quien hace y calla actúa mejor que quien hace y pregona su quehacer. Uno de los nuestros "es" de determinada manera, o trata de modelar su vida de determinada manera. En su tarea se expresa, mejor que con palabras, qué es y qué piensa.
Para percibir si un grupo de militantes, una escuadra o un cuib, funciona, basta ver una cosa: si cada uno de sus miembros tiene confianza absoluta en la palabra de los demás, y particularmente de su jefe. Esta confianza, forjada en largos períodos de trabajo, de cumplimiento, de mutua entrega, de esfuerzos, riesgos y sinsabores compartidos, es el mejor patrimonio que un grupo puede tener como tal, y es la mejor aportación que un militante puede hacer a su grupo. Lo contrario conduce al abismo pues, aunque parezca exagerar, como tantas veces hemos oído (y tan pocas veces escuchado) "uno empieza viviendo como no piensa y termina pensando como vive".
Lo único que cuenta es que hoy nos encontramos en medio de un mundo en ruinas. Y la pregunta que debe plantearse es la siguiente: ¿existen aún Hombres en pie en medio de estas ruinas? ¿Y qué deben o pueden hacer aún?
La medida de lo que aún puede ser salvado depende ... de la existencia o no de Hombres que vivan no para predicar fórmulas, sino para ser ejemplos; no para ir al encuentro de la demagogia y del materialismo de las masas, sino para despertar diferentes formas de sensibilidad y de interés. A partir de lo que, pese a todo, sobrevive aún entre las ruinas, reconstruir lentamente un Hombre nuevo, animarlo gracias a un determinado espíritu y una adecuada visión de la vida, fortificarlo mediante la adhesión férrea a ciertos principios. Este es el verdadero problema.
Una reflexión final: haced piña. Convivid. Dad vuestro tiempo y vuestra fe a vuestra comunidad, y más en los tiempos duros que vendrán. Haced fuerte, próspera, jerárquica y ejemplar vuestra comunidad militante. No sabemos cuándo, pero en los tiempos del caos que se avecinan se presentarán oportunidades que hoy ni soñamos y que no nos deben coger ni desprevenidos ni divididos. Por pocos que seamos -poco importa-, sigamos entregados a esta pasión, una pasión por lo bueno, lo bello, lo justo y lo verdadero que antes o después inflamará el mundo si antes ha inflamado nuestras vidas.
Si no lo ha hecho, si queremos pasar directamente de la convicción racional (superficial) a la acción sin pasar por la fe viva y vivida (profunda), no tendremos absolutamente nada que aportar al mundo moderno.
Roldanus 2003
domingo, 27 de enero de 2013
viernes, 25 de enero de 2013
miércoles, 23 de enero de 2013
martes, 22 de enero de 2013
sábado, 19 de enero de 2013
viernes, 18 de enero de 2013
martes, 15 de enero de 2013
lunes, 14 de enero de 2013
sábado, 12 de enero de 2013
viernes, 11 de enero de 2013
jueves, 10 de enero de 2013
No estoy haciendo la guerra contra Franco para que nos retoñe en Barcelona un separatismo estúpido y pueblerino (...) No hay más que una nación: ¡España! (...) Antes de consentir campañas nacionalistas que nos lleven a desmembraciones que de ningún modo admito, cedería el paso a Franco sin otra condición que la que se desprendiese de alemanes e italianos.
Manuel Azaña.
Manuel Azaña.
martes, 8 de enero de 2013
lunes, 7 de enero de 2013
domingo, 6 de enero de 2013
Tiempos de Imperio
En la isla Española, Cristóbal Colón en su segundo viaje, funda La Isabela, establecimiento colonizador así llamado en honor de Isabel La Católica, comenzándose a cultivar trigo, vid, caña, etc. Anteriormente, los caribes al mando del cacique Caonabo, destruyeron un primer asentamiento llamado Fuerte de La Navidad, construido con los restos del naufragio de la Santa María en la costa noroccidental de esta isla. Por eso, este nuevo asentamiento tiene lugar en la misma costa pero a muchos kilómetros al este
sábado, 5 de enero de 2013
viernes, 4 de enero de 2013
HEMOS VUELTO
"Si diéramos a la comida, la alegría y las canciones más valor que al oro, este sería sin duda un mundo más feliz"
J.R.R. Tolkien
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