Las reacciones a la operación contra los abortos ilegales no se hicieron esperar. Ya a los pocos minutos de realizarse los registros, desde la Federación Española de Asociaciones Provida alertaron de que Barcelona «se está convirtiendo en centro del turismo internacional del aborto» y se felicitaron porque, «por fin, alguien está tomando cartas y puede que salvando vidas». El director del Foro de la Familia, Ricardo Lozano, aseguró por su parte que «en el 98% de los abortos que se practican en España hay fraude de ley», ya que la mayor parte se acogen al Tercer Supuesto, que contempla riesgo para la salud psíquica de la embarazada, «con certificados psiquiátricos sin control». En la Fundación Vida, otra de las asociaciones antiabortistas más activas, denunciaron también que «existen formularios psicológicos que las mujeres sólo tienen que firmar, sin examen, para interrumpir su embarazo». La Asociación de Víctimas del Aborto abundó en esta idea, y dijo que dichos formularios suponen un «coladero» de abortos ilegales, «no sólo en Barcelona, sino en toda España». Entretanto, Gaspar Llamazares, líder de IU, pidió que no se realice una «persecución» del aborto y de los centros especializados, ya que es una práctica «socialmente normalizada», y exigió una nueva ley que cubra «el vacío legal».
