viernes, 19 de agosto de 2011

Fuertes agresiones de "los indignados" a la JMJ

La marcha contra la visita del Papa y contra la supuesta financiación pública de la JMJ terminó anoche con incidentes en la Puerta del Sol.



Las cinco mil personas que participaron en la “manifestación antipapal” recorrieron sin incidentes de relieve las seis cuadras que separan el punto de partida de la Puerta del Sol. A su paso los españoles y extranjeros veían con aparente indiferencia los monigotes blasfemos contra el Papa y los travestis vestidos de monjas y de obispos, y leían los carteles que expresaban sus reivindicaciones: ”De mis impuestos, al Papa cero”, “El mundo muriéndose de hambre y vuestro Papa con traje de luces”, “Las vacaciones del Papa que las pague el Vaticano” y “Próxima JMJ en Somalia”.

En algún momento tales provocaciones originaron pequeños incidentes: a mi lado los manifestantes insultaron y arrojaron botellas de agua a los integrantes de la cadena católica 13 TV, que desde hace seis días cubre ininterrumpidamente el acontecimiento religioso que vive España, con “El programa más largo de la historia”.

Por fin llegaron a la Puerta del Sol, donde la tensión creció al máximo: rodearon a un sacerdote golpeándolo e insultándolo hasta que pudo ser liberado por un grupo de policías. Varias monjas y chicas jóvenes al ser insultadas y recibir una lluvia de preservativos, buscaron refugio en comercios de las proximidades; otras muchachas soportaron de rodillas y rezando los insultos de una transexual; cerca de mí un argentino integrante de la marcha insultó a una jovencita de 15 años, que se aferró a un crucifijo llorando; al pedirle yo que se identificara y explicara los motivos de su actitud, nuestro compatriota me respondió con un corte de manga y dijo defender la libertad de expresión…

 
Los incidentes –gritos, discusiones y alguna escena de pugilato- se multiplicaron entre los manifestantes y los jóvenes peregrinos, muchos de los cuales –indios, alemanes, colombianos, peruanos– ignoraban la existencia de la marcha antipapal y no entendían qué estaba pasando. Mientras, por las salidas del subte continuaban llegando a la plaza jóvenes y familias católicas que quedaban implicadas en el conflicto. La policía, recibiendo órdenes, presenciaba inactiva lo que sucedía a su alrededor.



Los jóvenes católicos gritaban “Benedicto” y los manifestantes respondían “…es un nazi”. Los policías, al separar a los dos grupos, recibieron los primeros botellazos y fue entonces cuando se les ordenó proceder a desalojar de la plaza a los manifestantes. Habían transcurrido casi dos horas.

No terminaron ahí los incidentes; grupos radicales, sobre todo los llamados “indignados”, del movimiento 15 M –iniciado en la plaza hace tres meses– intentaron una y otra vez entrar de nuevo en ella al grito de “la Puerta del Sol es nuestra, la calle es nuestra” y groseros gritos contra la Iglesia y los jóvenes. Solo a la una de la madrugada la Puerta del Sol quedó despejada y los servicios municipales entraron para limpiarla de restos de botellas y latas utilizadas para enfrentar a la Policía.