miércoles, 2 de mayo de 2012

Levantamiento del 2 de Mayo


En 1808 España estaba ocupada políticamente por el gobierno francés con Napoleón al frente. Tras el tratado de Fontainebleau en 1807, en el que se pactaba entre Manuel Godoy, como representante de Carlos IV, y Napoleón Bonaparte un acuerdo para la invasión conjunta de Portugal, se permitió el paso a las tropas francesas por territorio español. Este fue el desencadenante de la posterior invasión francesa de España que dio origen a la Guerra de la Independencia.

La ocupación de España

Poco a poco las fuerzas militares francesas, con la excusa del tratado, fueron afincándose en España, ocupando varias ciudades en lugar de dirigirse hacia Portugal. Unos 65.000 soldados franceses se establecieron en España, y el pueblo lo fue percibiendo más como una amenaza oculta de ocupación del territorio español aprovechando las ventajas que les daba el tratado de Fontainebleau. En marzo de 1808, se estableció un plan para que la familia real española se trasladase a Aranjuez para que en caso de que la invasión se llevase a cabo, poder escapar hacia América, como ya había hecho el regente de Portugal.

El motín de Aranjuez

Considerado como el detonante del levantamiento del 2 de mayo, el motín de Aranjuez se produjo el 17 de marzo de 1808, y fue un levantamiento popular en dicha ciudad debido a factores políticos y sociales debido a la situación entre Francia y España. Este levantamiento popular provocó la caída de Godoy y la subida al trono español de Fernando VII tras la abdicación de Carlos IV, y aunque Madrid fue ocupada por las tropas francesas del mariscal Murat, el rey aún confiaba en el cumplimiento del tratado, pero el vacío de poder y la situación política interna en España consiguió que finalmente y a petición de Napoleón, Fernando VII abdicara del trono a favor de José Bonaparte, hermano de Napoleón. A pesar de quedar en representación de Fernando VII una junta de gobierno, Murat acaba por quitarle atribuciones y tomar el control administrativo y político en Madrid.

El levantamiento popular del 2 de mayo

Todos estos hechos, ya habían causado malestar entre el pueblo de Madrid, quien ya veía a Murat como el verdadero gobernador de la capital, y al rey de España apartado del trono a favor de José Bonaparte, por lo que la sensación de invasión por las tropas francesas se convirtió en una certidumbre absoluta.
En el palacio real, quedaba el infante Francisco de Paula, hijo menor de Carlos IV y María Luisa de Parma. El 2 de mayo de 1808, los soldados franceses se presentaron en palacio con la intención de sacar de Madrid al infante, y entonces la rebelión estalló.
El pueblo se concentró frente al palacio real y Murat envió un batallón de granaderos para sofocar la rebelión, disparando a la multitud. A partir de ese momento, y durante varia horas, la lucha se extendió por toda la capital.
Todo Madrid, tanto hombres como mujeres, se organizó como pudo para combatir en las calles de la ciudad, atacando y defendiéndose de las tropas francesas con lo que tenían a mano, improvisando armas, y creando grupos de defensa. Fue una auténtica revuelta popular ante la invasión francesa, pero el ejercito de Murat formado por unos 30.000 soldados, ya había penetrado en Madrid. Cientos de hombres y mujeres murieron en la revuelta; mujeres como Manuela Malasaña o Clara del Rey dieron su vida en esta rebelión.

La represión de Murat

La tarde del 2 de mayo de 1808, el propio Murat creó una comisión militar que lideraba el general Grouchy con el fin de condenar a muerte a todos los madrileños que hubieran participado en el levantamiento. Se prohibieron las reuniones en sitios públicos y se ordenó la entrega de cualquier arma que estuviera en posesión de los sublevados.
Se calcula que unos mil españoles perdieron la vida en los fusilamientos del Salón del Prado y de los campos de la Moncloa.
Pero la represión de Murat y la sangre derramada en los fusilamientos no hizo sino aumentar la animadversión del resto de España contra los franceses, dando comienzo a un levantamiento a nivel nacional contra las tropas invasoras. Los pueblos cercanos a Madrid, acudieron a la capital para socorrer y ayudar a los madrileños. Poco a poco, los alcaldes del resto de España comienzan a sumarse al levantamiento.

Los capitanes Daoiz y Velarde

Algunos militares españoles se pusieron de parte de Murat apoyando a la comisión militar del general Grouchy. El resto permanecían acuartelados a las órdenes del general Francisco Javier Negrete, pero los soldados del parque de Artillería del Palacio de Monteleón en Madrid, desobedecieron las órdenes y se sumaron al levantamiento. Entre ellos se encontraban los capitanes Luis Daoiz y Pedro Velarde, quienes al mando de sus hombres, murieron encerrados en el parque de artillería repeliendo la ofensiva francesa.

La rebelión del 2 de mayo de 1808

El levantamiento del 2 de mayo, no fue una lucha entre dos ejércitos, sino la decisión del pueblo de Madrid, que posteriormente se contagiaría al resto de España, de levantarse en armas y en lucha desigual para defender los derechos de un país ocupado por tropas enemigas, con un rey impuesto por Napoleón Bonaparte y cruelmente masacrado y reprimido.
Las luchas eran desiguales, navajas y piedras contra armas de fuego, pero a pesar de los muertos tanto en la rebelión como en la posterior represión, los héroes del 2 de Mayo, incluidos los anónimos que dieron su vida, permanecen en la historia de Madrid como un tributo al valor.