Un grupo de cuatro madres de alumnos del CEIP President Salvans del barrio de Can Palet han denunciado que en el centro es tan grave la falta de integración entre algunos niños que, aparte de imponerse, como ya denunciaran en marzo del 2011, el árabe como lengua vehicular en las horas de patio, algunos niños impiden que otros ingieran su merienda si los bocadillos contienen jamón.
Han pasado algunos meses desde la primera denuncia, e incluso ha habido cambio de directora, pero, según confirman estas madres de alumnos, las cosas no han cambiado como lo demuestra lo que ocurre con los bocadillos, que en circunstacias normales podría encuadrarse como travesuras entre niños, pero no cuando se trata de un centro donde la integración se antoja difícil porque, como ocurre en los preescolar, la cuota de niños de otros idiomas que no sean los autóctonos, sobrepasa con creces lo estipulado por las leyes que es de un 80 por ciento... No . No hay error. En nuestro país no se fija un 20 por ciento como máximo de otros lenguajes dentro de las aulas, sino de un 80 por ciento. De hecho en uno de estos cursos, el número de chavales que hablan árabe es del 83,33 por ciento.
Una de las madres, Julia (nombre ficticio), de origen ecuatoriano, nos contó que un cartel colocado en una de las puertas del colegio, llamando a la integración del colectivo musulmán con el resto de padres, madres y alumnos y alumnas, estaba, haciendo caso omiso a la Ley de Normalización Lingüística, escrito en árabe y fue retirado por un agente del orden a requerimiento de una representante.
María (nombre ficticio), de etnia gitana dijo que muchas de las circulares a las madres y padres se escriben en catalán, lo que a las cuatro les pareció correcto y en árabe y es allí donde todas exigieron de acuerdo dado la enorme cantidad de niños castellano parlantes, idioma que está en segundo lugar entre los utilizados en en el centro como vehicular en el patio, que las circulares -en cumplimiento de la Ley y la Constitución- debían estar en catalán y en castellano.
Todas ellas coincidieron que para este año escolar están buscando plazas en otros centros porque como había denunciado hace unos meses un padre, también a través de este blog, esta situación retrasa a los peques en sus estudios, además de crear tensiones innecesarias.
La solución, comenzando por el cumplimiento de las normas, pasa por el Ayuntamiento que, coinciden estos representantes, parece hacer la vista gorda ante el problema.
http://terrassa-en-la-mira.blogspot.com.es
Han pasado algunos meses desde la primera denuncia, e incluso ha habido cambio de directora, pero, según confirman estas madres de alumnos, las cosas no han cambiado como lo demuestra lo que ocurre con los bocadillos, que en circunstacias normales podría encuadrarse como travesuras entre niños, pero no cuando se trata de un centro donde la integración se antoja difícil porque, como ocurre en los preescolar, la cuota de niños de otros idiomas que no sean los autóctonos, sobrepasa con creces lo estipulado por las leyes que es de un 80 por ciento... No . No hay error. En nuestro país no se fija un 20 por ciento como máximo de otros lenguajes dentro de las aulas, sino de un 80 por ciento. De hecho en uno de estos cursos, el número de chavales que hablan árabe es del 83,33 por ciento.
Una de las madres, Julia (nombre ficticio), de origen ecuatoriano, nos contó que un cartel colocado en una de las puertas del colegio, llamando a la integración del colectivo musulmán con el resto de padres, madres y alumnos y alumnas, estaba, haciendo caso omiso a la Ley de Normalización Lingüística, escrito en árabe y fue retirado por un agente del orden a requerimiento de una representante.
María (nombre ficticio), de etnia gitana dijo que muchas de las circulares a las madres y padres se escriben en catalán, lo que a las cuatro les pareció correcto y en árabe y es allí donde todas exigieron de acuerdo dado la enorme cantidad de niños castellano parlantes, idioma que está en segundo lugar entre los utilizados en en el centro como vehicular en el patio, que las circulares -en cumplimiento de la Ley y la Constitución- debían estar en catalán y en castellano.
Todas ellas coincidieron que para este año escolar están buscando plazas en otros centros porque como había denunciado hace unos meses un padre, también a través de este blog, esta situación retrasa a los peques en sus estudios, además de crear tensiones innecesarias.
La solución, comenzando por el cumplimiento de las normas, pasa por el Ayuntamiento que, coinciden estos representantes, parece hacer la vista gorda ante el problema.
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