martes, 6 de diciembre de 2011

Pasado Celtíbero

El Castro de Yecla la Vieja es un castro de origen vetón, situado en Yecla de Yeltes, en la provincia de Salamanca (España).


Es un yacimiento arqueológico de unas 5 hectáreas de superficie, delimitado por las gruesas y bien conservadas murallas y otras estructuras defensivas. Su origen se remonta al siglo 5 antes de nuestra era, cuando los vetones poblaban la comarca. También se usó en época romana, y posteriormente, hasta la Alta Edad Media. Tras su abandono, en época de los Reyes Católicos se construyó en el recinto la ermita de la Virgen del Castillo, aún en pie y en uso.

Además de las murallas imponentes, destacan los petroglifos que decoran muchas de las piedras del amurallamiento, generalmente caballos, algunos con jinete. En el lado oeste del castro, extramuros, hay varias zonas de piedras hincadas verticalmente, posiblemente protección contra los asaltos de caballería, ya que ese es el flanco más abierto del asentamiento.

El Castro de El Raso es un asentamiento vetón situado en el municipio de Candeleda (Ávila, España), concretamente en una zona denominada "El Freíllo", próxima a la pedanía de El Raso. Consta de varios recintos amurallados distribuidos en al menos tres zonas próximas entre sí, abarcando una superficie total de unas 20 ha.


Situado en un bello paraje montañoso, rodeado por la sierra de Gredos y con vistas al ceranísimo pico Almanzor. Al ser estas montañas de clima mas húmedo, prosperan los elechos y los robles, aunque estos últimos no sean tan predominanates como en épocas anteriores, todavía hay un número considerable de ellos.

Su excepcional situación sobre la garganta y el rio Alardos no sólo lo hacen un lugar de gran belleza, si no también estratégico y fácil de defender. Pertenece al término de Candeleda, al que se accede por un desvío de la C-501.

Se trata de un castro vetón de la Edad del Hierro que ocupa una destacada posición sobre la garganta del Alardos que le sirve de foso, su parte alta está totalmente protegida por un fortín y hacia la llanura conserva restos de una muralla. Esta estratégica posición permitía controlar la parte baja y los accesos a los pastos de la Sierra de Gredos.

Ocupado desde finales del siglo III a. C. hasta mediados del s. I a. C., momento en que se abandona de forma forzosa,debido a la conquista romana.
A partir de este momento la mayor parte del poblado es destruido y sus murallas inhabilitadas por los romanos lo que hace que sus habitantes se vean obligados a trasladarse a las zonas llanas del valle,dando lugar al progresivo abandono del lugar. Se trata de una construcción ex novo, ya que se ha localizado un poblado anterior, en llano y sin murallas, en una zona cercana, El Castañar, que fue destruido. Con este poblado se relaciona la necrópolis, cuya cronología abarca desde el siglo V hasta el sIII. a. C. La necrópolis de El Raso no se ha localizado.