Fue el lema personal del rey Don Fernando, aludiendo al yugo y al nudo que figuran en sus armas.
Estas armas fueron tomadas del famoso Nudo Gordiano, del cual la leyenda del historiador Quinto Curcio cuenta que cuando el emperador Alejandro Magno llegó a un templo de Gordio, halló un yugo atado por un nudo muy intricado del que se decía que quien lo desatase sería señor de Asia. Alejandro, sin pensárselo dos veces, sacó la espada y cortó el nudo, diciendo: da lo mismo (tanto monta) cortar como desatar. Se dice que fue el maestro Antonio de Nebrija quien sugirió al rey Fernando el Nudo Gordiano como símbolo (yugo con una cuerda suelta) y la frase Tanto Monta... como divisa personal, dada la tradición del reino aragonés en expandirse por el Mediterráneo; es decir, hacia Oriente.
Isabel tomó como emblema el haz de flechas, que se representaba a veces atado, a veces suelto o con unas flechas paralelas en número variable, refiriéndose al viejo cuento del padre que al morir dice a sus hijos que, permaneciendo unidos como el haz, serán más fuertes.
Otro elemento empleado por Isabel es una modificación de las columnas de Hércules. Desde los griegos, las columnas de Hércules (Calpe -el peñón de Gibraltar- y Abila -Ceuta-), en el estrecho de Gibraltar, señalaban el fin del mundo conocido o navegable (lo que no obsta para que los propios romanos llegasen por mar a las costas atlánticas de Galia o Britania, pero preferían hacerlo por tierra), por lo que representaron las columnas con una banda en la que estaba escrita la divisa «Non plus ultra» («No más allá»). Tras el descubrimiento de América, conseguida la navegación por el Atlántico, Isabel añadió al escudo de la corona las dichas columnas, cambiando la divisa de la banda en «Plus ultra» («Más allá»), que todavía se mantiene en el escudo real.