La palabra tatuaje se ha generalizado en muchos idiomas, etimologicamente proviene de la palabra polinesia Ta, que significa dibujar. El tatuaje en la historia de la humanidad, se puede describir en cuatro formas: por Punción, es decir con aguja, punzón, lezna, espina o instrumentos con muchas puntas. La materia colorante era el hollín, carbón vegetal en polvo, tinta china, cinabrio (mineral), etc, se introducía simultáneamente o se frotaba después. Éste es el procedimiento más difundido.
La segunda forma era el Moko; se realizaba con un especie de cincel dibujos diversos en la piel y luego tiñiéndolos como por ejemplo en la cara de los maoríes. El tercero por medio de Cicatrices, eran cortes profundos sin la utilización de colorantes, quedando claros. Y por último los Queloides, eran hechos por heridas que se mantenían artificialmente abiertas hasta formarse cicatrices convexas; un ejemplo de ello, los negros del oeste africano y australianos. Es un tatuaje en forma de botones en la línea media de la frente y la nariz. En Oceanía, América y África las formas en general son geométricas o en arabescos; en los malayos y japoneses, con figuras de seres naturales.
Los Mayas conocían el tatuaje por punción y el de cicatrices en forma de botones; los indios de América Central (Chorotegas) distinguidos, lo hacían en el pecho, brazos y piernas. El padre Schmidt consideraba el tatuaje (taraceo) por punción como característico de las culturas más recientes (malayopolinesias). El etnólogo y explorador alemán Karl Von Den Steinen, observó que los bacaríes lo hacían con fines medicinales, creían ver en ellos la explicación del origen del tatuaje en general. Los indios del chaco lo hacían con púas de cacto, al igual que los Charrúas. Los bosquimanos se transplantaban trozos de piel de antílope, bajo la mano para tener éxito en la caza.
Otra forma de tatuaje era la de los costurones como señal de tribu, hecho con laja de obsidiana, (vidrio natural de origen volcánico), o por el fuego e irritando la herida con mezcla de cal y zumo de hojas para retardar la cicatrización y de esa manera el costurón quedaría más saliente. En las islas Santa Cruz se utilizaba el tatuaje por punción con figuras de peces, lagartos, triángulos, etc… En las islas Marshall y Gilbert, se consideraba el adorno más distinguido, acompañado de cantos religiosos, ofrendas de frutas, danzas en honor de los dioses del tatuaje; se realizaba con una especie de peine de espina de pescado o huesos de ave, un martillito, hollín y un pincel de fibra de coco o pluma de ave para pintar el modelo. Si se extendía a todo el dorso y el pecho se tardaban hasta un mes.
En Egipto durante cincomil años se ha usado con fines curativos. La momia de una sacerdotiza de Hathov tenía tres hileras en el bajo vientre, y las mujeres de hoy siguen éste método para aliviar jaquecas, neuralgias y reuma. En el siglo VII San Isidoro de Sevilla hace notar que en Escocia se distinguían los linajes por cicatrices. En Alemania en el siglo XV según Lauffer se conservaba la tradición de hacerse cortes por luto de allegados. En el siglo XVI y en adelante, se conserva la costumbre del tatuaje en soldados, marineros, obreros y por sobre todo en criminales en casi toda europa. En 1890 estuvo de moda en la juventud inglesa, francesa y estadounidense.
En las islas Nukuoro, los niños nacidos de madres no tatuadas eran sacrificados, por no haber pasado éstas por los ritos de la juventud. En resumen el tatuaje a lo largo de la historia se utilizó como signo religioso, insignia de tribus o rango, de distinción honorífica, con fines curativos y para evitar males, diferenciaba libres y siervos, castas y clases, como estigma de deshonor, marca de casada, identificación personal, para encontrar al otro sexo, amedrentar al enemigo, como hechizo para hacerse invulnerable, como talismán de felicidad, signo de sociedad secreta,etc.
La segunda forma era el Moko; se realizaba con un especie de cincel dibujos diversos en la piel y luego tiñiéndolos como por ejemplo en la cara de los maoríes. El tercero por medio de Cicatrices, eran cortes profundos sin la utilización de colorantes, quedando claros. Y por último los Queloides, eran hechos por heridas que se mantenían artificialmente abiertas hasta formarse cicatrices convexas; un ejemplo de ello, los negros del oeste africano y australianos. Es un tatuaje en forma de botones en la línea media de la frente y la nariz. En Oceanía, América y África las formas en general son geométricas o en arabescos; en los malayos y japoneses, con figuras de seres naturales.
Los Mayas conocían el tatuaje por punción y el de cicatrices en forma de botones; los indios de América Central (Chorotegas) distinguidos, lo hacían en el pecho, brazos y piernas. El padre Schmidt consideraba el tatuaje (taraceo) por punción como característico de las culturas más recientes (malayopolinesias). El etnólogo y explorador alemán Karl Von Den Steinen, observó que los bacaríes lo hacían con fines medicinales, creían ver en ellos la explicación del origen del tatuaje en general. Los indios del chaco lo hacían con púas de cacto, al igual que los Charrúas. Los bosquimanos se transplantaban trozos de piel de antílope, bajo la mano para tener éxito en la caza.
Otra forma de tatuaje era la de los costurones como señal de tribu, hecho con laja de obsidiana, (vidrio natural de origen volcánico), o por el fuego e irritando la herida con mezcla de cal y zumo de hojas para retardar la cicatrización y de esa manera el costurón quedaría más saliente. En las islas Santa Cruz se utilizaba el tatuaje por punción con figuras de peces, lagartos, triángulos, etc… En las islas Marshall y Gilbert, se consideraba el adorno más distinguido, acompañado de cantos religiosos, ofrendas de frutas, danzas en honor de los dioses del tatuaje; se realizaba con una especie de peine de espina de pescado o huesos de ave, un martillito, hollín y un pincel de fibra de coco o pluma de ave para pintar el modelo. Si se extendía a todo el dorso y el pecho se tardaban hasta un mes.
En Egipto durante cincomil años se ha usado con fines curativos. La momia de una sacerdotiza de Hathov tenía tres hileras en el bajo vientre, y las mujeres de hoy siguen éste método para aliviar jaquecas, neuralgias y reuma. En el siglo VII San Isidoro de Sevilla hace notar que en Escocia se distinguían los linajes por cicatrices. En Alemania en el siglo XV según Lauffer se conservaba la tradición de hacerse cortes por luto de allegados. En el siglo XVI y en adelante, se conserva la costumbre del tatuaje en soldados, marineros, obreros y por sobre todo en criminales en casi toda europa. En 1890 estuvo de moda en la juventud inglesa, francesa y estadounidense.
En las islas Nukuoro, los niños nacidos de madres no tatuadas eran sacrificados, por no haber pasado éstas por los ritos de la juventud. En resumen el tatuaje a lo largo de la historia se utilizó como signo religioso, insignia de tribus o rango, de distinción honorífica, con fines curativos y para evitar males, diferenciaba libres y siervos, castas y clases, como estigma de deshonor, marca de casada, identificación personal, para encontrar al otro sexo, amedrentar al enemigo, como hechizo para hacerse invulnerable, como talismán de felicidad, signo de sociedad secreta,etc.