lunes, 10 de octubre de 2011

Vacaciones en Camboya (III)


La sangre roja y centelleante cubre la tierra, la sangre vertida para liberar al pueblo: la sangre de los obreros, los campesinos y los intelectuales; la sangre de los adolescentes, los novicios y los jóvenes. La sangre se arremolina y asciende suavemente al cielo, transformándose en una bandera roja revolucionaria. ¡Bandera roja! ¡Bandera roja! ¡Ondula ahora! ¡Ondula ahora! Oh, amados amigos, perseguid al enemigo, golpeadle y destruidle. ¡Bandera roja! ¡Bandera roja! ¡Ondula ahora! ¡Ondula ahora! No dejéis con vida a ningún imperialista reaccionario: echadles de Kampuchea. ¡Movilizaos y golpead, movilizaos y golpead, y conquistad la victoria, conquistad la victoria!

(himno bandera roja de los khemeres rojos)




El 17 de Abril de 1975 cae Phnom Penh, la ciudad de 3.000.000 de habitantes y refugiados, creía que todo había terminado, pero fué entonces cuando comenzó el terror rojo.

Se los empujó hacia la campiña circundante. La violencia comenzó a las 7 de la mañana con ataques dirigidos contra las tiendas chinas, y después hubo un saqueo general. Las primeras muertes sucedieron a las 8,45 de la mañana. De los 20.000 heridos que estaban en la ciudad, hacia la caída de la tarde todos estaban en la jungla. (...) Se vaciaron todos los hospitales (...) Fueron destruidos todos los documentos y archivos. Los libros fueron arrojados al río Mekong o quemados en las orillas. Se procedió a incinerar el papel moneda de la Banque Khmer de Commerce. Los automóviles, las motocicletas y las bicicletas fueron [confiscados]. Los [jemeres rojos] dispararon cohetes y bazucas sobre las casas en las que se advertía movimiento. Hubo muchas ejecuciones sumarias. Se dijo al resto: "Salgan inmediatamente de aquí o los mataremos a todos". Hacia la medianoche se cortó el suministro de agua.


(Paul Johnson, Tiempos modernos, Vergara, Barcelona, 2000, pp. 802-803).

La ciudad de Phnom Penh fué el escenario de una carniceria terrible, sin autoridad visible, los guerrilleros tenian las simples consignas de la plana mayor comunista como ordenes a ejecutar.
El destino de la capital fue el mismo para todas las ciudades camboyanas, la población urbana fue confinada en comunas agrarias, en la nueva Kampuchea democrática no habia propiedad privada, no existia el dinero, se cortó el telefono, quedaban prohibidas desde las gafas a cualquier adorno.


 Se prohibió la relación sexual; el adulterio o la fornicación eran castigados con la muerte (...) Se prohibía a los miembros de las parejas casadas [mantener] conversaciones prolongadas, pues se afirmaba que eso era "discutir", y [la reincidencia] se castigaba con la muerte (...) Cuando el hambre y la epidemia se difundieron, los viejos y enfermos y los muy jóvenes, sobre todo [los] huérfanos, fueron abandonados. Se ejecutaba en público y se obligaba a mirar a los parientes mientras el hermano, la madre o el hijo eran sometidos al garrote vil o decapitados, apuñalados, muertos a golpes o (...) a hachazos. A veces se ejecutaba (...) a (...) familias enteras. (...) un docente llamado Tan Samay, que desobedeció la orden de enseñar a sus alumnos únicamente el trabajo de la tierra, fue ahorcado; sus propios alumnos, de ocho a diez años, tuvieron que realizar la ejecución mientras gritaban: "¡Maestro incapaz!". La terrible lista de crueldades es interminable.



(Johnson, ob. cit., p. 804).



Los trabajos forzados, las ejecuciones y el hambre dejarón como balance la pérdida de un tercio de la población camboyana.


  ...sí los números insoportables del martirio camboyano. Entre 1,5 y 2,2 millones de muertos por hambre, fatiga extrema, enfermedades derivadas del sometimiento a las peores condiciones de vida, asesinato. Entre el 20 y el 30% de la población del momento, pues (7,5 millones). La mortalidad entre los mandos del régimen republicano alcanzó el 83% en la oficialidad, el 67% en la policía y el 60% en el funcionariado. De los 550 magistrados existentes en 1975, sólo cuatro seguían con vida en 1979. De los 60.000 monjes budistas existentes en 1975, sólo 1.000 seguían con vida en 1979. Las tres provincias más urbanizadas del país perdieron el 40% de su población. Desaparecieron 402 de los 450 médicos con que contaba el país, y el 51% de los licenciados universitarios; y el 29% de quienes sólo habían cursado estudios primarios, y el 19% de los campesinos pobres, y el 17% de la gente sin profesión conocida. Y el 34% de los musulmanes cham, y el 49% de los católicos, y el 38% de los miembros de la minoría china, y el 37% de los miembros de la minoría vietnamita. Y el 50% de los propios afiliados al partido comunista ("Una cifra incomparablemente superior a la de los peores momentos del terror estalinista", apunta Bernad Bruneteau, a quien he tomado los datos precedentes). Por la infernal cárcel de Tuol Sleng (antes fue una escuela) pasaron más de 16.000 presos: sólo siete salieron vivos.




La mortalidad fue terrorífica en todas las edades, pero sobre todo entre los jóvenes adultos (un 34% de hombres de 20 a 30 años, un 40% [de hombres] entre los 30 y los 40) y entre las personas de ambos sexos de más de 60 años (el 54%). (...) desde 1945, ningún país se ha visto afectado hasta ese punto. En 1990 aún no se había alcanzado el número de habitantes de 1970. Y la población se hallaba muy desequilibrada: 1,3 mujeres por cada hombre. Entre los adultos de 1989, encontramos la bagatela (¡sic!) de un 38% de viudas, frente a un 10% de viudos. También vemos un 64% de mujeres entre la población adulta, y que el 35% de [los] cabezas de familia son madres. [...] En 1979, el 42% de los niños eran huérfanos, tres veces más de padre que de madre; el 7% había perdido a sus dos progenitores. En 1992, la situación de aislamiento resultaba más dramática entre los adolescentes: un 64% de huérfanos.

(Jean-Louis Margolin, "Camboya: en el país del crimen desconcertante"; en VVAA, El libro negro del comunismo, Planeta-Espasa, Barcelona, 1998, pp. 662 y 713).

Extraido de Libertad digital ,Articulo de Mario Noya 
http://historia.libertaddigital.com/pol-pot-1276239063.html
Para mas información, del blog de Mario Noya
http://www.marionoya.com/2011/06/01/tuol-sleng/