miércoles, 19 de noviembre de 2008

El gulag IV


La Ciega Visión de la IdeologíaHasta hace poco era posible explicar esta ausencia de sentimiento popular sobre la tragedia de la Europa comunista como el resultado lógico de un conjunto particular de circunstancias. El paso del tiempo es una parte: los regímenes comunistas fueron menos censurables con el transcurso de los años. Nadie se asustaba mucho con el General Jaruzelski, o incluso con Brezhnev, aunque ambos fueron responsables por gran parte de la destrucción. Además, los archivos estaban cerrados. El acceso a los lugares de los campos de concentración estaba prohibido. Ninguna cámara de televisión filmó nunca los campos soviéticos o a sus víctimas, como lo hicieron en Alemania al final de la Segunda Guerra Mundial. A la vez, la ausencia de imágenes significa que el tema en nuestra cultura visual tampoco existió realmente.La ideología también transformó las formas en las que hemos comprendido la historia soviética y de Europa Oriental. En la década de 1920, los occidentales sabían mucho sobre lo sangrienta de la revolución de Lenin y de los campos de concentración que él acababa de establecer. Los socialistas occidentales, muchos de cuyos hermanos estaban entre las primeras víctimas de los bolcheviques, protestaron enérgica, firme y frecuentemente contra los crímenes que estaban siendo cometidos por el régimen bolchevique.