AQUELLOS QUE COMO NOSOTROS SABEN VIVIR, SE ENCONTRARIAN A GUSTO INCLUSO EN EL INFIERNO
viernes, 29 de abril de 2011
CASA POUND
¿Qué es Casa Pound Italia?
CPI es una asociación de promoción social constituída y reconocida legalmente. Es un movimiento político que trabaja para otra política. Sus militantes son en su mayor parte jóvenes que realizan su actividad bajo la luz del sol. CPI es un salto social, una esperanza de insurrección, una vanguardia del pensamiento. Es el escudo y la espada de un pueblo traicionado, humillado vendido y que sigue traicionándose a si mismo. Es arte, cultura, empeño social –en una palabra: vida- en un mundo agonizante y plastificado.
¿Qué relación tiene el Blocco Studentesco con CPI?
Blocco Studentesco es el movimiento estudiantil de CPI organizado en las escuelas. BS y CPI son lo mismo
¿De qué se ocupa CPI?
De política. Del bien de la polis. De dar esperanza, dignidad, fuerza y voluntad. CPI actua en la sociedad que nos rodea con una sola voluntad que se une en miles de voces: muestras, conferencias, grupos de estudio, experimentación artística, conciertos, cervecerías, comunidad juvenil, gimnasios, voluntariado, sindicalismo, provocaciones mediáticas. Y también elecciones.
¿CPI es un partido?
En absoluto. CPI es transversal, libre y creativa. CPI tiene militantes y programas, tiene carga ideal y no da esperanzas de carrera, Así pues no puede ser un partido. Esto no significa que no haga política. Mantener que solo un partido pueda hacer política significa tener una visión idealizada, ochocentesca, superficial de la dinámica política contemporánea.
¿Qué relación tiene CPI con los diversos partidos de la llamada “destra radicale”?
CPI es externa y autónoma con respecto a cualquier realidad partidista. Fuera de esta autonomía puede dialogar y colaborar en igualdad de condiciones con cualquier partido que desee tener una confrontación honesta, pertenezca o no dicho partido a la “destra radicale”.
¿CPI es un movimiento extraparlamentario?
En absoluto. CPI tiene militantes, sostenedores y amigos que trabajan en la política institucional, en la cultura oficial, en las asociaciones que determinan la vida social de la nación. No es un grupo de marginados sediciosos, de locos terroristas ni de cabezas locas en busca de aventuras. Las veleidades rebeldes extremistas no nos interesan, no nos atraen, no nos gustan. Nosotros queremos ser protagonistas de nuestro tiempo, no comparsas de un espectáculo cuya argumento ya haya sido escrito dejándonos el papel de los malos, de los subversivos o de los fanáticos. No le daremos este gusto a nuestros enemigos.Acusado de confabular en la sombra contra un régimen del cual era, sin embargo, franco y solar, el Comandante d’Annunzio respondió: “Ardisco, non ordisco” (yo no confabulo, yo me atrevo”). Ese nuestro mismo espíritu.
¿CPI es un movimiento xenófobo?
En absoluto. Las fobias, por su naturaleza, son el producto de cerebros débiles y corazones calientes. CPI quiere hacer análisis y formular soluciones, no fomentar obsesiones. Análisis radicales y no conformes, sin por otra parte invocar la “vía más simple” ni buscar chivos espiatorios. No nos interesan las guerras entre débiles ni los temores/temblores burgueses. Esto no significa que la condena de CPI sobre la confrontación del fenómeno de la inmigración masiva, de la sociedad multirracial, de la oligarquía que sobre esta se beneficia, o de los lobbys sociales, políticos y culturales que la favorecen sea menos clara. La inmigración masiva es un cuchillo que corta a ambos lados, que desarraiga y humilla tanto al huésped como al anfitrión. Pero reconocer todo esto actuando en consecuencia por una política de preferencia nacional y de inspiración identitaria, no significa ser xenófobo. Significa reconocer un dato elemental de la política: el Estado, si es tal, no debe nunca olvidarse de sus propios hijos.
¿Es CPI un movimiento antisemita?
En absoluto. CPI rechaza la paranoia. Pero al mismo tiempo, no admite tampoco los chantajes. Por ello CPI defiende su derecho de criticar cualquier gobierno o cualquier minoría organizada con un objetivo concreto, sin prejuicios de ninguna clase, sean positivos o negativos.
¿CPI es un movimiento homófobo?
El hecho de que dos seres del mismo sexo se amen y deseen vivir libremente su sexualidad no nos turba lo más mínimo. Claro, no todos viven tal condición con equilibrio y buen gusto, pero esto vale igualmente para demasiadas parejas heteros, ya que el buen gusto forma parte del estilo, y esto, claro, no puede ser impuesto por ley. De la misma manera tampoco vemos ningún problema en el hecho de que tales uniones tengan algún tipo de reconocimiento civil o administrativo, con la atribución de determinados derechos y deberes para la pareja. Sin embargo, somos totalmente contrarios a cualquier hipótesis de adopción de niños por parte de parejas homosexuales.
¿Está presente en la ideología de CPI el odio por el diferente?
Nosotros nos batimos por un mundo plural en el cual las diferencias, bajo cualquier forma, sean tuteladas e incrementadas. Queremos un mundo con pueblos diferentes, culturas diferentes, religiones diferentes, alimentos diferentes. Queremos un contraste entre formas de existencia diferentes que no degeneren nunca en la confusión ni la desfiguración de las respectivas identidades. Quien nos acusa de “odiar al diferente” está simplemente reciclando un estereotipo periodístico que explota aquello que querría denunciar: pura y simple ignorancia. Nuestro enemigo es una ideología que desde hace dos mil años impone igualitarismo y nivelación, y el mundo en una sola dimensión, se trata de la homologación global, es la monocultura de la mente, los logotipos omnipresentes y el cosmopolitismo progresista. Es esta ideología la que explota el verdadero “odio por lo diferente”.
¿Es CPI un movimiento católico?
CPI es un movimiento laico y no confesional. Respeta cualquier credo y cualquier via de acceso a lo sagrado como proceso individual. Desde un punto de vista más político, pensamos, sin embargo, que un católico (así como un pagano, musulmán, budista o también un ateo) puede adherirse a CPI siempre que comparta programas, ideas, estilos y lenguajes. Un católico no puede, sin embargo, pertenecer a CPI si cree poder seguir bajo nuestras enseñas una política de estampa confesional, clerical, reaccionaria o neoguelfa. Sobre estos puntos no será tolerada ninguna desviación de la línea ya trazada.
¿CPI es un movimiento violento?
CPI hace política no gamberrismo. No está interesada en enseñar músculos. Quiere la fuerza serena. Pero al mismo tiempo no puede permitir que quien sea le impida la legitimidad de actuar y de existir. Queremos la confrontación, pero no rechazamos el encuentro si este nos viene impuesto y en el nos va nuestra supervivencia política y física.
¿Hay mujeres en CPI?, ¿Qué función tienen en la organización?
Hay muchas mujeres en CPI, y están encuadradas en las coordinaciones DeA (Mujer y Acción). Nuestras chicas están siempre en primera línea en cualquier acción, aportando cada vez más una fundamental contribución. En la articulación de la función individual a atribuir en base al género, CPI rechaza tanto la confusión como la sumisión. La humillación de la mujer es típica del mundo contemporáneo en sus dos aspectos materialista-consumista y fundamentalista-monoteísta. Lo que perseguimos, es, sin embargo la complementariedad orgánica de hombre y mujer. Por una política real de la diferencia.
Los chicos de CPI practican la “cinghiamattanza”. ¿Sois bestias sedientas de sangre?
La cinghiamattanza- que tanto sueño ha hecho perder a moralistas, fanáticos, periodistillas y sociólogos de “talk show”- es un “deporte no conforme” cuya carga vitalista solo puede ser negada por quien tenga abiertamente mala fe. Se practica solo entre adultos voluntariamente. No es una “iniciación”, no es un “adiestramiento”. Es juego, lucha y vida. Ninguno está obligado, ninguno cree realmente formar parte de ninguna “casta guerrera” solo por el hecho de portar ludicamente un cinturón. Es por otra parte un momento de reapropiación de la corporeidad. En un mundo que tiene con el cuerpo una relación acomplejada, paranoica, decadente, en un mundo que ha producido anorexia, automutilación, castración, cansancio, a nosotros nos gusta jugar redescubriendo la belleza del cuerpo en el sudor, la alegría y la acción.
Entonces, en dos palabras, ¿qué quiere CPI?
Retomarlo todo.
www.casapound.org
Fuente: Questa è Casapound Italia
Traducción al castellano: Area Identitaria
Extraido: Radix cantabria.