miércoles, 13 de abril de 2011

Por la Prioridad Nacional



Jesús Fernández García y Óscar García Rodrigo trabajadores españoles sin empleo, han iniciado una huelga de hambre contra la pasividad e indiferencia de las autoridades democráticas ante su situación y contra la discriminación de los españoles frente a los inmigrantes.

El Frente Nacional, como no podía ser de otra manera, se solidariza con ellos y lamenta que los españoles tengan que llegar a estas decisiones extremas para reclamar un derecho que la Constitución, esa colección de patrañas y de falsos derechos que nunca se cumplen en casa de los más débiles, teóricamente garantiza.

El caso de Jesús Fernández es un ejemplo de la situación que sufren millones de españoles en este régimen hipócrita. Asturiano de origen, se vio obligado a trasladarse a Córdoba cuando se quedó sin empleo. Allí solicitó trabajo en el campo y se dio de bruces con la triste y vergonzosa realidad de esta sociedad podrida: los empresarios agrícolas prefieren contratar inmigrantes antes que españoles. Cuando, acuciado por la necesidad, acudió al Albergue Municipal de Córdoba a pedir ayuda, ésta le fue denegada ignominiosamente. Esta institución, pagada con los impuestos de los españoles, da prioridad a los inmigrantes y mendigos profesionales sobre los trabajadores españoles que, como Jesús, no piden una limosna, sino que exigen el derecho fundamental al trabajo y a no ser discriminados en su propia tierra frente a los foráneos.

Demostrando un valor y un sentido de la coherencia desgraciadamente poco común entre los españoles víctimas de este Sistema, Jesús emprendió una marcha a pie desde Córdoba a Madrid. A la dureza de su situación vino a sumarse la mala suerte de ser estafado por cierta organización de feo nombre, bonito apellido y oscuros fines que abrió una cuenta bancaria para pretendidamente ayudar a Jesús pero que al final se limitó a quedarse con el dinero y a olvidarse del asunto.

El caso de Jesús, al igual que el de Óscar García Rodrigo, es una muestra más de las consecuencias del papanatismo democrático y de la farisaica actitud de los políticos ante el problema de la inmigración. Es triste comprobar que si Jesús y Óscar, en lugar de españoles fuesen ecuatorianos, marroquíes o gitanos rumanos, no tendrían problemas para acceder a las ayudas sociales para la “integración”, “reinserción”, “reagrupamiento” y demás monsergas pagadas con nuestros impuestos y al abrigo de las cuales medra una multitud de asociaciones, oenegés y chiringuitos proinmigración que constituyen una auténtica casta parasitaria.

Por todo ello, el Frente Nacional apoya a Jesús y Óscar y anima a sus militantes, amigos y simpatizantes a que se acerquen al lugar frente al Ministerio de Trabajo en que están acampados para que proporcionen la ayuda que puedan y, si es posible, un empleo digno a estos trabajadores españoles que se ven obligados a reclamar de una forma dramática lo que el Estado debería garantizarles.