viernes, 6 de mayo de 2011

Don Pio Moa


Hasta Preston reconoce que el Valle de los Caídos es una maravilla. Y lo es, probablemente el monumento más impresionante y armónico del siglo XX en cualquier país. Pero echa a perder su sensibilidad antitalibanesca con esta frase ridícula: “Hay que explicar que fue hecho por presos republicanos”. Podemos esperar que, si por fin se ha enterado de que Carrillo tuvo algo que ver con Paracuellos, terminará por aprender que la intervención de los presos en la construcción del Valle fue de poca importancia, y que no eran republicanos, sino rojos, como por entonces solían llamarse ellos mismos y ahora se llama Zapo. Y que no estuvieron en trabajos forzados, sino con jornal y redimiendo penas por el trabajo. Quizá tarde diez o quince años en enterarse, pero después de su hazaña en lo de Carrillo, creo que lo logrará.

Por cierto, el gobierno, entre sus muchas fechorías, está atacando al patrimonio artístico e histórico de España en el Valle de los Caídos, privándole de sus ingresos habituales. Las asociaciones que defienden el monumento deben estudiar en concreto las pérdidas ocasionadas por las asechanzas de esos talibanes, llevarlos ante los jueces y reclamar a los responsables directos los daños y perjuicios derivados. No pueden irse tranquilamente, como si todo se hubiera limitado a daños morales interpretables. Aparte de los que todavía pueden hacer esos fanáticos.