La del Ebro, librada en el verano y el otoño de 1938, fue la mayor, la más larga y la más sangrienta de la Guerra Civil. En abril de 1938 los nacionales partieron la zona republicana en dos. El Gobierno del Frente Popular trató de retomar la iniciativa atacando por el curso bajo del Ebro. En la batalla se enfrentaron casi 200.000 hombres (100.000 republicanos y 98.000 nacionales) auxiliados por cerca de 700 piezas de artillería y más de 500 aviones. Los republicanos contaban, además, con 120 carros de combate y vehículos blindados. Por sus dimensiones podría haber sido una batalla de la II Guerra Mundial, pero tuvo lugar en uno de los meandros del Ebro antes de su desembocadura. La victoria nacional terminó de decidir la guerra. Franco tomó primero Cataluña y, poco después, Madrid y la costa levantina.
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miércoles, 21 de septiembre de 2011
Batalla del Ebro 1938
La del Ebro, librada en el verano y el otoño de 1938, fue la mayor, la más larga y la más sangrienta de la Guerra Civil. En abril de 1938 los nacionales partieron la zona republicana en dos. El Gobierno del Frente Popular trató de retomar la iniciativa atacando por el curso bajo del Ebro. En la batalla se enfrentaron casi 200.000 hombres (100.000 republicanos y 98.000 nacionales) auxiliados por cerca de 700 piezas de artillería y más de 500 aviones. Los republicanos contaban, además, con 120 carros de combate y vehículos blindados. Por sus dimensiones podría haber sido una batalla de la II Guerra Mundial, pero tuvo lugar en uno de los meandros del Ebro antes de su desembocadura. La victoria nacional terminó de decidir la guerra. Franco tomó primero Cataluña y, poco después, Madrid y la costa levantina.