lunes, 19 de septiembre de 2011

Mantente firme



Ten fe. No dejes que te arrebaten tu mejor arma. Frente al poder del dinero, frente a la desidia de los alienados, levanta tu antorcha de la fe en la victoria final. La fe no se encuentra, la llevas dentro; sólo has de dejar que te ilumine. Si pones en discusión la necesidad de luchar, dejarás de luchar. Dejando los sacrificios, es muy fácil justificarse para abandonar. Siente la victoria, piensa en la victoria, cree en la victoria. Nunca hay que rendirse.


Sigue firme. No te dejes persuadir por argumentos falaces. Mantén siempre esta norma de conducta y no te separes de ella. Renunciar a algo por la dificultad que entraña es traicionarte a ti mismo; no es imposible vencer la pereza, sólo depende de ti. El camino correcto supone lo que debes hacer, el camino fácil es un engaño del mal, que te pervierte.

 Ética revolucionaria.