domingo, 7 de noviembre de 2010

Charles Maurras



Cuando se habla de la historia política del Siglo XX a todos se nos viene a la memoria como hechos destacable el triunfo de las ideas totalitarias como el comunismo o el fascismo y a todos nos saltan a la memoria nombres como los de Stalin o Hitler, pero realmente, en el siglo pasado, hubo, no un político que se convirtiera en célebre Jefe de Estado o de Gobierno, sino un pensador por muchos desconocido, que influyó de forma decisiva y casi anónima en todo el pensamiento conservador europeo: Charles Maurras.
Charles Maurras nació en Martigues (Provenza francesa) el 20 de Abril de 1868 creciendo en un ambiente católico y monárquico. Durante los primeros años de su adolescencia se volvió completamente sordo lo que le hizo perder las ilusiones. A los 17 años se trasladó a París, ciudad en la que trabajó para diversas publicaciones periódicas, incluida La Cocarde, una revista de aire republicano. Fue en el año 1889, cuando el Affaire Dreyfus le hizo decantarse decididamente por la política y unirse a la redacción del periódico entonces republicano “Revue d'Action française” fundado el año anterior por Maurice Pujo y que a partir del 21 de Marzo de 1908 pasaría a llamarse “L'Action française” siendo ya una publicación monárquica desde la cual se comenzó a forjar y difundir el ideario maurrasiano
Las ideas de Maurras, que no se puede calificar de originales, se construyen mediante la adaptación a Francia de idearios surgidos fuera de las fronteras francesas y la síntesis de elementos tradicionales franceses e ideas más modernas (en esa época). Así el pensamiento Maurrasiano queda constituido por los siguientes principios básicos:
1º. INTENSO NACIONALISMO.- Que él mismo llegó a calificar de “Nacionalismo Integral” en el cual, lo importante es la nación francesa y todo aquello que en el pasado o en el presente sirva o haya servido para hacerla grande, quedando resumido su pensamiento nacionalista en su sentencia: “Todo lo que es Nacional, es Nuestro”. Este nacionalismo integral pretendía superar las divisiones entre las distintas tendencias nacionalistas existentes en la III República y representadas por Legitimistas, Orleanistas, Bonapartistas y, sobre todo, por el Ejército Francés llegando a su punto cumbre en 1914 cuando Maurras y “L'Action française” apoyaran sin condiciones ni reparos la entrada de Francia en la Guerra contra Alemania lo que implícitamente significaba apoyar a la Republica y al republicano Clemenceau.
2º. IDEA DE DECADENTISMO.- Las ideas maurrasianas se encuentran influidas por la idea de decadencia ya desarrollada en Francia por Renan y Taine. Maurras sentía que Francia había perdido su "grandeza" durante la revolución de 1789, grandeza heredada de sus raíces romanas y desarrollada por "40 reyes que en un centenar de años crearon a Francia". Según escribió Maurras en el periódico Observateur française, la revolución no fue más que una revuelta negativa que destruyó todo el trabajo nacional anterior.
3º. TRADICIONALISMO RELIGIOSO.- Maurras, que era personalmente agnóstico, apoyó a la Iglesia Católica simplemente porque estaba íntimamente ligada a la historia de Francia y porque su estructura jerárquica y su elite clerical eran la imagen perfecta de su sociedad ideal. Sin embrago, menospreciaba los evangelios y todo su mensaje sobrenatural. En realidad y, suponiendo que esto fuera posible, fue un defensor del catolicismo sin su cristianidad. Esta utilización política de la religión y que lleva consigo el sometimiento de la teología a la acción política, constituye en Maurras una modernización de las antiguas ideas galicanas.
4º. MONARQUISMO.- La visión autoritaria y elitista de la sociedad en Maurras, unido a su idea de decadentismo, le lleva a decantarse por la forma monárquica de estado, cuyo intento de modernización y adaptación, le lleva curiosamente a plagiar parcialmente ideas del carlismo español afirmando que el Rey de Francia sería “Un Cesar con Fueros”, aunque Maurras nunca tuvo muy claro que eran los Fueros, en base a ellos, elaboró cierta doctrina regionalista para Francia.
5º. ANTISEMITISMO.- El antisemitismo en Maurras, y aunque parezca extraño, es más bien una idea accidental y renunciable que se manifiesta a raíz del “Affaire Dreyfus”. En mi opinión tal antisemitismo se da en Maurras porque la revisión del proceso a Dreyfus pondría de manifiesto (como en realidad ocurrió) la gran corrupción existente en el Ejército Francés de la época lo que llevó a una gran pérdida de prestigio social a una fuerza fundamental del nacionalismo integral maurrasiano. Más relevante que ese antisemitismo es la idea concebida por Maurras del “Extranjero Interior” que serviría para señalar a todos aquellos que, viviendo en Francia y teniendo la nacionalidad francesa de origen o adquirida con posterioridad, desnaturalizan los valores franceses y no sienten el amor a Francia que exige su “nacionalismo integral”.
Todas estas ideas, perfectamente elaboradas, entrelazadas y difundidas, que forman el verdadero “Cuerpo Doctrinal Maurrasiano” adquieren una enorme capacidad de seducción sobre las elites intelectuales francesas y no francesas de la primera mitad del Siglo XX e influyen decisivamente en diversos movimientos políticos.
De este modo, las ideas de Maurras que solo tienen una influencia notable en el fascismo italiano, son decisivas en el origen y fundación del movimiento belga “Christus Rex” de León Dregelle, quien llega a manifestar claramente, antes de la adscripción de este personaje al nazismo, que “la doctrina del Rexismo es la doctrina de Charles Maurras” siendo sobre todo en la península ibérica donde más influencia ejercerán, pues el Maurrasismo inspirará la aparición en Portugal del llamado “Integralismo Lusitano” que se dividirá, a su vez, en una vertiente derechista cuyos máximos exponentes serán Oliveira Salazar en Portugal y Ramiro de Maeztu en España y en una vertiente izquierdista, opuesta a la primera, representada por el portugués Francisco Rolao Preto que se denominará “nacional-sindicalista” y que será introducida en España por Ramiro Ledesma Ramos.
La influencia de Maurras en el pensamiento conservador europeo no acabará ni con su detención en 1944, ni con su condena por colaboracionismo ni con su muerte, acaecida el 16 de Noviembre de 1952. Por el contrario se encuentra muy presente en el pensamiento político del propio Charles de Gaulle y de los neoGaullistas franceses hasta nuestros días, mientras que en España la influencia maurrasiana jamás desapareció por completo perviviendo durante el franquismo en la actualización del ideario monárquico liberal realizado por los Círculos Monárquicos próximos a Juan de Borbón y constituyendo actualmente una importante corriente ideológica interna en el seno del Partido Popular.