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martes, 7 de junio de 2011
El primer guardia civil asesinado por ETA.
Hijo y nieto de Guardias Civiles, en 1968, estaba destinado en el destacamento de Tráfico de San Sebastián. El día 7 de junio de ese mismo año, él y su compañero Félix de Diego Martínez estaban de servicio en un control en la carretera N-I, Madrid-Irún, a la altura de Villabona (Guipúzcoa), encargados del control del tráfico en una zona en obras, situados uno en cada extremo del tramo de carretera.
Su jornada transcurría con normalidad hasta que a Pardines, situado en el punto kilométrico 446,700, le llamó la atención un Seat 850 Coupé blanco con matrícula Z-73956. Esta placa le trajo a la memoria la de un vehículo robado, por lo que decidió interceptarlo y pedir la documentación a los dos ocupantes, los etarras Javier Etxebarrieta Ortiz, 'Txabi', e Iñaki Sarasketa.
Mientras rodeaba el vehículo y se agachaba para comprobar que los datos de la documentación se correspondían con los del automóvil, los del motor y los del bastidor, del coche salieron los dos ocupantes, sacando uno de ellos una pistola y disparándole un tiro en la cabeza a quemarropa.
En esos instantes pasaba por el lugar un camionero que detuvo su camión al oír el ruido del disparo, pensando que había pinchado una rueda. Al bajar del vehículo y ver lo acontecido, trató de reducir al autor de los disparos, pero el compañero del asesino le encañonó. En ese momento el autor del disparo contra Pardines apuntó de nuevo su arma y le disparó cuatro veces más en el pecho.
Después los dos etarras huyeron del lugar, pasando junto al compañero de Pardines, que no se había percatado de nada, quien tras breves instantes fue informado de lo ocurrido por el camionero que presenció el tiroteo. El Guardia Civil dio el aviso y se puso en marcha un operativo de búsqueda de los pistoleros.
Ambos etarras fueron interceptados al poco cerca de Tolosa por las patrullas de la Guardia Civil. En ese momento Txabi Etxebarrieta sacó de nuevo la pistola, percibiendo este movimiento los agentes, iniciándose un forcejeo para arrebatarle el arma. Pero en ese momento también sacó la pistola el otro terrorista, produciéndose un tiroteo en el que resultó herido de gravedad 'Txabi'. Éste fue trasladado al hospital de Tolosa, donde finalmente falleció. El otro, Sarasketa, consiguió escapar, siendo detenido unas horas más tarde, en la madrugada del 8 de junio, en la iglesia de la localidad guipuzcoana de Régil, donde se había ocultado.
ETA en aquel momento no había tomado la decisión de asesinar todavía y por ello su compañero ese día, Iñaki Sarasketa, años después manifestó:
"Supongo que el guardia civil se dio cuenta de que la matrícula era falsa. Al menos, sospechó. Nos pidió la documentación y dio la vuelta al coche para comprobar. Txabi me dijo «Si lo descubre, lo mato»…Le contesté: «No hace falta, lo desarmamos y nos vamos»… Salimos del coche. El guardia civil nos daba la espalda. Estaba de cuclillas mirando el motor en la parte de atrás…Susurró: «Esto no coincide...». Txabi sacó la pistola y le disparó. Cayó boca arriba. Volvió a dispararle tres o cuatro tiros más en el pecho. Fue un día aciago. Un error. Era un guardia civil anónimo, un pobre chaval. No había ninguna necesidad de que aquel hombre muriera».
Años mas tarde Félix de Diego, el compañero de Pardines el día de su asesinato, en la mañana del 31 de enero de 1979, a los 46 años y con un cáncer terminal de riñón que lo tenía impedido en una silla, De Diego se encontraba en la terraza de un bar en Irún, propiedad de la familia de su esposa. Entonces dos etarras entraron en el establecimiento y, sin mediar palabra, le dispararon en presencia de su mujer, muriendo a consecuencia de los tres disparos, uno en el corazón, otro en el vientre y el tercero en la pierna izquierda