El inesperado ataque de la Marina de guerra israelí a un convoy humanitario destinado a Gaza ha causado conmoción e indignación entre la comunidad internacional. Según la cadena Al-Yazira “centenares de soldados asaltaron las embarcaciones y abrieron fuego”, con el resultado de 19 muertos y decenas de heridos.
La agresión israelí ha provocado una enérgica reacción por parte de Turquía que ha llamado a su embajador en Ankara a consultas. Se prevé una escalada de la tensión entre ambos países.
Por su parte, la UE ha reaccionado de forma clara “condenando la masacre” pidiendo una “investigación internacional no dirigida por Israel” y estudiando la posibilidad de “suspender el acuerdo de Asociación entre la UE e Israel” que tantos beneficios económicos reporta al Estado asiático.
Por su parte Moscú habla de “grosera violación de la legislación internacional”.
Estos incalificables hechos confirman que Europa debe alejarse de toda postura occidentalista en la zona, condenando las acciones de Israel y Estados Unidos tendentes a provocar una inestabilidad y crispación política en un espacio geopolítico de máxima sensibilidad y básico para el mantenimiento de la paz mundial.
Los identitarios debemos oponernos con firmeza a cualquier intento de islamización de Europa, pero también debemos rechazar cualquier agresión injustificada a los países árabes que pretenden condenar a la zona a la miseria y la dependencia económica crónica en la zona.
