Me encontraba husmeando por la Wikipedia, buscando temas interesantes sobre los que escribir, cuando de sorpresa me he encontrado con este término: “sionismo cristiano”.
Cuando he creído lo que veían mis ojos, he sentido la necesidad de descubrir que era eso definido por dos palabras incompatibles. Incluso me ha recordado en cierto modo a la teoría de liberación, que mezcla marxismo y cristianismo.
El sionismo cristiano defiende que la Humanidad pasará por siete periodos de pruebas divinas que culminarán en el Armagedón (la batalla final del Apocalipsis) y la Segunda Venida de Cristo. Según esta teoría, los judíos y el Estado de Israel serán la clave por que Dios obrará a través de ellos para que la bendición divina caiga sobre los hombres.
Las siete reglas (mandamientos, normas o como se quiera llamarlo) del sionismo cristiano son:
-Hermenéutica literal.
-Los judíos son el pueblo elegido de Dios.
-Los judíos tienen derecho divino sobre Oriente Medio.
-Jerusalén es la capital exclusiva de los judíos.
-El templo judío debe ser reconstruido.
-Los árabes son enemigos del pueblo de Dios.
-Los cristianos que apoyen a los judíos en la batalla del Armagedón sobrevivirán.
Estas normas son apoyadas tanto por grupos judíos como cristianos y son una facción del Partido Republicano de los Estados Unidos, que es uno de los más firmes defensores de Israel.
No hace falta ser un lince para comprobar que esto es una justificación de la masacre que los judíos están haciendo en Palestina y de una nueva defensa de la “superioridad” del pueblo judíos frente a las demás naciones del mundo. Si no fuera así, no dirían que son elegidos por Dios y que tienen derecho divino sobre Oriente Medio. Seguramente esto ultimo sea la clave de la agresividad de Israel hacia las naciones musulmanas que tiene a su alrededor, sabedor de que Estados Unidos (un país cuya banca y medios de comunicación están controlados por judíos) les sacará las castañas del fuego si hace falta. En cuanto a lo de que los musulmanes son sus enemigos, eso se puede ver desde la Biblia.
Abraham, el padre de los judíos, había tenido un hijo bastardo con la esclava de su mujer Sara, que no le había dado ninguno. Al niño le puso Ismael, pero cuando su mujer le dio a su hijo Isaac, tuvo que deshacerse de su otra “familia”. Ismael y su madre huyeron al desierto, donde según la tradición fueron ayudados por un ángel, que les llevó hasta un oasis. De Ismael surgieron los ismaelitas, quienes con el paso del tiempo se convirtieron en los musulmanes tras las predicaciones y unificación religiosa y política de Mahoma. Como podemos ver, la enemistad entre judíos y musulmanes viene desde entonces.
Volviendo al tema principal, no contentos con exigir el territorio de la actual Israel basándose en su religión, afirman que la ciudad santa de Jerusalén es solamente suya. Después de estar bajo control de Roma, esos territorios fueron incorporados al imperio musulmán, que también la consideró una ciudad santa. Solamente durante algún tiempo los cruzados cristianos la mantuvieron bajo poder cristiano. ¿Dónde estaban los judíos entonces?. En aquel momento no lucharon por su ciudad santa. ¿Entonces que derecho tienen a reclamarla solo para si?.
Y quiero terminar con la séptima regla. En cierto modo, admiten ayuda cristiana. Claramente, esto se cumple hoy en día. Tanto Estados Unidos como los gobiernos europeos apoyan a los grupos económicos judíos. Juntos forman el Sistema.
Pero no nos engañemos. Solo nos quieren para ayudarles en su lucha contra los árabes. Para ellos somos como un perro, un ser inferior que es útil y ayuda a su amo en alguna tareas, pero jamás nos considerarán como iguales.
Más nos vale a los católicos que esta corriente no entre en España. Temo por la existencia del catolicismo en una España donde conviven al mismo tiempo sectas satánicas, iglesias evangelistas, grupos paganos, colectivos musulmanes y ateos que ignoran lo que sucede frente a la fe católica, la verdadera y única de España.