AQUELLOS QUE COMO NOSOTROS SABEN VIVIR, SE ENCONTRARIAN A GUSTO INCLUSO EN EL INFIERNO
miércoles, 30 de junio de 2010
Molly Malone
Sin estrujaros mucho la quijotera y si hacéis un poco de memoria (ya se que vuestras golpeadas y maltratadas cabezas no dan para mucho más) seguro que recordareis ese estribillo que canturreaba felizmente el starrio mendigo de esa gloriosa obra maestra llamada LA NARANJA MECANICA ( …cuanto te debemos Stanley!!).
La canción decía algo así como: “…era la dulce Molly Maloooone, que tiraba de carretilla y de carretoooón!”, un pegadizo estribillo que ha acompañado alguna que otra noche de borracheras , y que cantaba acompañado de eructos, y piteadas de vino barato, este pobre vagabundo antes de ser ferozmente golpeado por los drugos.
La canción resulta ser todo un clásico de la música tradicional irlandesa y esta dedicado a esta golfa llamada Molly Malone.
Quieren saber un poco más??. Lean esto:
Molly Malone (conocida también como Cockles and Mussels (Berberechos y Mejillones) o por In Dublin's Fair City (En la Noble Ciudad de Dublín) y (en irlandés Mol Ní Mhaoileoin) es una canción popular de Irlanda que se ha convertido en el himno no oficial dublinés. También ha obtenido el status de himno irlandés. Fue compuesta alrededor de 1880 por James Yorkston y se ha convertido en una verdadera leyenda urbana.[1] De manera afectiva y coloquial, suelen llamarla como The tart with the cart (la golfa con el carro).
La canción cuenta la historia de una hermosa pescadera llamada Molly Malone que murió de una fiebre en plena calle. La muchacha iba por las tortuosas calles de la zona portuarioa de Dublín, empujando un carro y pregonando "¡¡Mejillones y Berberechos vivitos!!". Sin embargo no existe evidencia de que tal persona existiese en el siglo XVII ni en ningún otro momento. Típicamente se la representa como una tendera de día y una prostituta de noche.[2]
En la Calle Grafton de Dublín, cuenta con una estatua a su memoria. Está ataviada con su vestido y su carro donde vendía el marisco. Aún a día de hoy dicen que trescientos años después de su muerte su fantasma se pasea por las calles de Dublín.
La afamada canción es el himno no oficial de Dublín y recrea la historia de este personaje, real o ficticio, del siglo XVII. En el cine, aparece representada en los primeros minutos de la película La Naranja Mecánica, cuando es cantada por un vagabundo borracho.