Durante la pasada revuelta musulmana de Xinjiang (China) centenares de chinos fueron degollados, los pasajeros de un autobús murieron abrasados y en una autopista se expusieron las cabezas de niños decapitados. Sin embargo, el régimen comunista chino ocultó estos hechos y evitó que las imágenes que testimoniaban los más escabrosos detalles de las matanzas mahometanas se hicieran públicas, para "no extender el conflicto" y preservar la postiza "armonía" de la nación. Pero nosotros, irreductibles defensores de los Derechos Humanos , si hubiéramos visto las cabezas de unos niños chinos asesinados por mahometanos expuestas (como trofeo o aviso) en una autopista de la remota Xinjiang ¿Nos habríamos rasgado las vestiduras ? ¿habríamos sentido un dolor similar al que manifestamos por los "sufrientes palestinos"? No, evidentemente.
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Xinhua (la agencia oficial china de embustes) ocultó lo sucedido , según ella, para evitar que el conflicto tomara mayores dimensiones fuera de la región, puesto que todas las víctimas eran de etnia han, y los agresores musulmanes uigures. No obstante, en Occidente se habló de la propaganda "china", minimizando lo ocurrido y presentando a los cortadores de pescuezos mahometanos como verdaderas víctimas.
¡No, al islam!
