martes, 13 de julio de 2010

Después del mundial, de vuelta a la crisis



José Luis Rodríguez Zapatero se convirtió en el primer presidente de un Gobierno en España en rebajar el salario de los empleados públicos.

Hasta ahora, ningún Ejecutivo anterior había reducido la nómida de los funcionarios, un colectivo que, sin embargo, ha visto su sueldo congelado en los últimos 20 años (la primera ocasión en 1994, con Felipe González en el poder, y la segunda en 1997, en el primer mandato de Aznar, que fue respondida con una huelga en la función pública).

Este primer sacrificio en las retribuciones del personal del sector público irá unido a la congelación salarial en 2011. Ambas forman parte de las medidas anunciadas hoy por Zapatero en el Congreso, quien ha planteado "serios recortes adicionales" para atajar el déficit.

La reducción del sueldo de los funcionarios será proporcional a los ingresos por lo que afectará más a los salarios más altos. Además, los miembros del Ejecutivo, para dar ejemplo, verán recortados sus sueldos en un 15%.

A todo ello se suma la suspensión para 2011 de la revalorización de las pensiones, excluyendo a las no contributivas y las pensiones mínimas. Estas últimas no se verán afectadas por esta medida.

Zapatero ha apuntado también la eliminación del régimen transitorio para la jubilación parcial. Igualmente, el Gobierno ha decidido eliminar la ayuda indiscriminada del llamado "cheque bebé" a partir del 1 de enero de 2011.

Zapatero ha reconocido que los problemas de la economía española "se llaman 11,2% de déficit y 20% de desempleo".

El presidente del Gobierno ha proclamado que estas medidas constituyen un "esfuerzo especial, singular y extraordinario", y ha pedido que todo el país se sume al sacrificio que se debe realizar. A continuación, ha urgido a sindicatos y empresarios a que alcancen cuanto antes un acuerdo sobre la reforma del mercado de trabajo y también ha hecho votos por lograr un consenso sobre la reforma del sistema de pensiones en el marco del Pacto de Toledo.

"La situación es difícil, sería absurdo ocultarlo, pero este Gobierno no desfallecerá", ha asegurado Zapatero.

El plan de medidas anunciado no ha gustado nada a los sectores más a la izquierda del PSOE, que no entienden que sean "los funcionarios, los pensionistas y las madres" quienes tengan que pagar "las veleidades" del mercado.