Cuando hablamos de SQUADRISMO no nos referimos a una organización o partido político en particular, el SQUADRISMO es un pensamiento llevado a la acción, el SQUADRISMO como movimiento es una revolución cultural, política, psicológica y espiritual, es el pensamiento fascista hecho acción, no en una estructura rígida y temporal, sino en su más expresiva rebelde revolucionaria y activa faceta, nace por generación espontanea con un ímpetu dinámico y arrollador verdaderamente político en cuanto espiritual, desenvolviéndose sin tregua con formas y manifestaciones que no pueden encerrarse en los límites de un partido u organización, un ímpetu avasallador, violento, una vocación, una dedicación mas allá de los limites señalados en un programa, es la expresión pura e instintiva del combatiente fascista. Para el desarrollo de esta lucha desigual el SQUADRISMO antepone su ímpetu y voluntad, su autonomismo combativo, para enfrentar la desproporción, la desigual fuerza del sistema que combatimos. Esta férrea milicia de activistas, esta resistencia violenta, activa, arrolladora, esta acción inmediata hermosamente peligrosa, esta voluntaria disposición a combatir para vencer, es la fuerza motriz del SQUADRISMO, desprecio al peligro! Acción inmediata!, instantánea, arrolladora! esta milicia en apariencia fragmentaria, indisciplinada, inorgánica, es el arma infalible, formidable en disciplina interior, no en conformidad con un programa preordenado sino dedicada absolutamente a una finalidad superior a los intereses individuales, comprendida mas como acto de fe que por ser formulada por el razonamiento. Cuya manifestación más importante es la acción directa, la violenta e instintiva acción, necesaria, indispensable e imposible de separar del combate político.
