Un kamikaze es el nombre que le dieron los estadounidenses en la segunda guerra mundial a los pilotos suicidas japoneses llamados Shinpu. Lo que sucedió con estos personajes, fue que cargaban aviones con explosivos y se dejaban ir contra la flota marina que venia a invadir algunas de sus ciudades las cuales no contaban con una defensa segura. Estos hombres, así como los llamados “terroristas”, son personas que morían o se suicidaban para salvar la vida de otros, o para buscar un verdadero honor, morían por sus creencias, al creer que Japón era tierra elegida por dioses, o en caso de os terroristas, mueren por sus creencias en Alá.
Nadie quiere ser uno de estos, y muchos pensarán “que tonto suicidarse”, otros dirán “eso si es tener un sentido por morir y por vivir”. Una de las preguntas que normalmente nadie responde es ¿Tienes un propósito en la vida? … pues yo te cuento de un kamikaze de la Biblia que tenía un propósito para vivir y también para morir. Pues este personaje, si aun no lo has adivinado, es Pablo. Pablo sin duda dejó todo para seguir a Jesús, y así mismo murió para Dios.
Busca tu la manera de ser un kamikaze… busca algo por que vivir, busca alguien por quien morir, piensa el significado de las cosas y deja de seguir el típico ciclo: Nacer, crecer, reproducirse y morir; ¡Busca a Dios!
