AQUELLOS QUE COMO NOSOTROS SABEN VIVIR, SE ENCONTRARIAN A GUSTO INCLUSO EN EL INFIERNO
martes, 3 de agosto de 2010
¿La mezquita Monumental?
El Parlament ha dictado: no habrá corridas de toros en Barcelona. La última plaza que quedaba en la ciudad dedicada a este menester tiene un futuro incierto. Un rumor que circula de manera insistente por la ciudad, y que por el momento nadie puede confirmar en sentido afirmativo o negativo, es el supuesto interés futuro que la infraestructura propiedad de Pedró Balañá suscita en un consorcio árabe. La razón que llevaría a los jeques a interesarse por la plaza de toros Monumental no sería otro que el de edificar allí la gran mezquita de Barcelona. Aunque la mayoría se toma el asunto a broma, otros opinan que sería puro paroxismo: de los toros a la oración. En cualquier caso, durante el 2011 seguirán habiendo toros, así que La Meca tendrá que esperar.
Y por si fuera poco, también quieren prohibir la venta de souvenir de tipo patrio en Barcelona. Suena estúpido. Suena ridículo. Suena a independentismo. La noticia ha saltado hoy a los medios de comunicación: tras la prohibición de las corridas de toros, la nueva estratagema de los indepentendistas catalanes es prohibir la venta en Barcelona de souvenirs que puedan estar relacionados con la cultura y tradición española.
Todo comenzó cuando Jordi Portabella, portavoz de ICV en el ayuntamiento de Barcelona propuso prohibir la venta de sombreros mexicanos en las Ramblas. Tras la relativa aceptación de esta medida por varios políticos, decidió llegar al siguiente escalón: prohibir la venta de souvenirs españoles en Barcelona, entendiendo por españoles las típicas figuritas de bailarinas flamencas, de toros y toreros y de ropa con la bandera de España, ya que según él, «estas figuras no tienen relación alguna con Cataluña».
Sinceramente últimamente me estoy llevando muchos disgustos y la mayoría están relacionados con los independentistas catalanes. Aparte de decir que esta posible prohibición contradice las libertades mínimas de cualquier individuo, y que dudo que algo así lo pueda prohibir un ayuntamiento, querría contestarles a todos esos estúpidos con dos dedos de cerebro y medio de miembro viril que aseguran que la prohibición de los toros no está relacionada con el separatismo (entre ellos ZP): Ja, ja, ja. Se creen que somos imbéciles y no nos damos cuenta, cuando la Moncloa ha sido declarada zona de protección medioambiental por la cantidad inusual de estúpidos que habitan en ella.